Nadie nos hubiera dicho cuando estudiábamos el horror del nazismo alemán, que íbamos a sufrir a un tipo parecido a Hitler.
Nadie nos dijo que aquella ceguera oculta del pueblo alemán se iba a reproducir ochenta años después en la sociedad rusa que ni se entera pero es que tampoco quiere enterarse.
Nadie podía haber imaginado hasta hace unos días que a pesar de la ONU, de los Derechos Humanos, las democracias y otro impulsos sociales íbamos a seguir sin aprender nada.
Nadie nos hubiera convencido de que, por mucho viejo mundo, por mucha vieja Europa, por mucho EE.UU, por mucha OTAN y por muchos derechos internacionales escritos, un país iba a conseguir destruir a otro mientras desde el mundo desarrollado nos dedicamos a verlo por la tele dándole apoyo moral y hasta armas.
Nadie nos advirtió de que los hombres, las mujeres, el ser humano es el único animal que tropieza muchas veces con la misma piedra.
Estamos viviendo una vergüenza tan inimaginable que se no están quitando las ganas de vivir y de imaginar.
Cuando nuestros mayores hablaban del “Movimiento”, lo hablaban de reojo, con desconfianza. Las palabras guerra, Franco, derecha, izquierda, bandos, muertos, bombas, fusilamientos. Todas esas palabras les ponían tremendamente nerviosos. Y nosotros no lo entendíamos. Ahora, tantos años después, entendemos perfectamente esos reojos y esa desconfianza.
Tantos años después, vemos que los libros de historia son papel mojado, que las instituciones no han aprendido que el prestigio de ninguna de ellas vale más que la vida de un solo ser humano, que los gobiernos democráticos de todo el mundo no se han convencido todavía de que no valen la pena la libertad, la justicia, la igualdad, y todos los derechos del mundo si nos dedicamos a encapsularnos a nuestro propio antojo mientras un vecino nuestro abusa de otro con total impunidad.
No me creo para nada que Putin vaya dar marcha atrás cuando se encuentre ahogado económicamente. Putin va a destrozar Ucrania y seguiremos haciendo gestos que solo sirven para que sigan muriendo a diarios miles de personas.