Aplicar la sostenibilidad es prioridad en Alemania, donde el medio ambiente tiene a un gran aliado: el fútbol. ¡Cómo reconocerlo? Fácil: los imponentes estadios que reciben a miles de fanáticos han podido abrazar al planeta y captar el interés de una juventud que además de los futbolistas y sus marcas son más solidarios a causas como la ecológica, tal y como señala un reciente estudio de la casa de apuestas Bundesliga Betway.
Reconozca en estos tres estadios su huella ecológica para Alemania y el mundo entero.
Primero, el Stadion An Der Alten Försterei, casa del club Unión Berlín.
Abrió sus puertas el 7 de agosto del lejano 1920. Puede albergar en sus entrañas a 22.012 fanáticos del Unión Berlín, estando la mayoría –18.395–de pie; hay asientos para 3.617 personas.
Berlín, la capital, acoge al Stadion An Der Alten Försterei en el distrito de Treptow-Kopenick, donde lo han visto renovarse en varias oportunidades. Dos de ellas han quedado para la historia y las reseña la página de la Bundesliga: “La reforma más grande tuvo que ver con la tribuna de pie y la construcción de la nueva tribuna principal (de 2012 a 2013). Pero la más interesante fue en la temporada 2008-2009, cuando en la construcción participaron unos albañiles muy especiales: la afición del Unión Berlín. Más de 2.300 voluntarios trabajaron durante 140.000 horas en total para ayudar al club a ahorrarse algunos millones de euros”.
Para llegar a ver un buen partido de fútbol en esta casa se cuenta con buenos enlaces que ofrecen el tranvía y la red del tren suburbano. Si va en auto, hay lugares para estacionar en las cercanías.
Este antiguo estadio tiene escrito en mayúsculas su “gol” ecológico más importante: una distinción de la Deutsche Umwelthilfe, es decir, de la Asociación Alemana de Ayuda Medioambiental, que aboga por las tecnologías sostenibles y los productos no contaminantes.
¿Que por qué lo premian? En 2016, “su compromiso con la reducción de residuos lo hizo merecedor de ese reconocimiento, gracias a la utilización exclusiva de vasos reusables, dispensadores de mostaza y kétchup y a la oferta de salchichas en pan se ahorran anualmente cientos de miles de vasos, platos y cubiertos desechables en el Alte Försterei”, explica el equipo de Betway.
Un segundo estadio ecológico lo disfrutan los seguidores del club Eintracht Frankfurt al visitar el Deutsche Bank Park, inaugurado en 1925.
Está en el distrito Sachsenhausen de Frankfort, Hesse, y se puede llegar en bus, tren o S-Bahn. Alrededor hay estacionamientos para vehículos y para bicicletas
Este templo del fútbol abre, para cada partido, a 51.500 personas.
Este es un estadio que ha ido escalando en pasos que lo tildan de ecológico: “prohibió hace 9 años el uso de vasos plásticos y dispone de cisternas de almacenamiento de agua de lluvia utilizada para cubrir casi la totalidad de la demanda de agua de las lavanderías y los baños, la iluminación por su parte es de bajo consumo y uniforme con tecnología de punta”.
Cerrando este recorrido por estadios de fútbol se llega al Borussia-Park, testigo de los logros de su club Borussia Mönchengladbach.
Esta infraestructura deportiva está en el complejo Nordpark, en Mönchengladbach, Renania del Norte-Westfalia.
Puede albergar a 54.022 personas y se le llega en buses de traslado desde las estaciones
De Rheydt y Mönchengladbach. Los amantes de traslados en bicicletas tienen disponibles 1.000 puestos.
El Borussia-Park con apenas 16 años de inaugurado se enorgullece de su distinción Estadio Ökoprofit.
Cuenta con dos plantas de cogeneración ecológicas, dos calderas de condensación y cuatro bombas de calor de gas-aire se encargan de generación de energía limpia.
No hay margen para dudar: “el riego con agua de pozo profundo, el consumo mayoritario de insumos locales para la gastronomía y una separación de residuos consecuentes” lo hacen merecedor absoluto de reconocimientos por su huella proambiental.
