“Se trata de una medida de prevención que se aplica todos los años por estas fechas ante la proximidad del otoño y la posibilidad de que se produzcan lluvias inesperadas e intensas. El objetivo es evitar que la sequedad, la falta de agua del y la acumulación de arena, polvo y desechos puedan provocar obstrucciones en los conductos de desagüe, con el riesgo de anegación que tal situación entraña, especialmente en emplazamientos bajos o llanos cercanos a pendientes y desniveles”, explica el concejal delegado de Obras y Servicios, Evaristo Delgado.
Estas labores son fruto de la coordinación entre el Ayuntamiento y la empresa mancomunada y están destinadas a eliminar posibles causas de taponamientos y atascos en los sistemas de alcantarillado de las vías y espacios públicos, para que cuando caigan las primeras precipitaciones no se produzcan problemas y, sobre todo, para prevenir males mayores en caso de que dichas precipitaciones lleguen en forma de lluvias torrenciales