Un 18 de julio si es mi otro cumpleaños. Cumplo 28 años.
Hace 28 años, el 18 de julio de 1995, en el Hospital Reina Sofía de Córdoba con un equipo médico y humano fuera de serie, tuvo lugar mi operación a corazón abierto – aunque después hemos tenido más- siempre arropado por mis amigos y seres queridos a los que nunca podré agradecer lo suficiente por todo lo que hicieron por mi.
Así que hoy celebramos la vida…celebrar la vida es agradecer por cada instante, por estar vivos, por estar rodeados de personas que nos inspiran un inmenso amor, por tener el privilegio de acceder a conocimientos, a libros, a viajes, por compartir las vivencias de nuestros pequeños.
Celebrar la vida es abrazar, amar, sonreír, vivir con calma, vivir con plenitud cada instante y compartirlo.
Si, eso es la vida. Y hay que vivirla al día porque después de aquella operación a corazón abierto, han venido veinticuatro operaciones más de todo tipo, desde el corazón (con once stents y tres bya pass), hasta la vesícula, prótesis de cadera derecha, hernias inguinales y discales, operación de tiroides, estenosis de canal lumbar y hasta cáncer de piel.
28 años que son auténticamente de propina y aún estoy en estos días malditos de calor soportando tremendos dolores en la otra cadera (la izquierda) que unido a estos calores, se hace insoportable, esperando que pasen estas fechas de vacaciones y pueda llevar a cabo la operación número de veintiséis que será la de la cadera izquierda.
Yo, a estos días así, aunque haga un calor tremendo, les llamo días oscuros, pero como les comentaba al principio de este artículo quiero hacer un llamamiento, uno más, para que vivamos al día, el Carpe diem debemos hacerlo nuestro.
Fíjense que hace dos domingos estuve en una corrida de toros en Estepona. Tan solo tres días después, el miércoles, estaba en Estepona, pero en el hospital y entrando por urgencias.
Así es la vida, hoy también he estado, pero ya bastante mejor y a la espera de esa fecha para la operación de la cadera izquierda.
Pero no tengo derecho a quejarme porque llevo viviendo veintiocho años de propina, arropado por mi familia y amigos…y deseando hacer un próximo viaje o una buena comida.
Un abrazo