Y tú más

Opinión

Nada más acabar las elecciones del 28M y una vez celebradas la mayoría de las tomas de posesión de los ayuntamientos y a falta de que se produzcan las de las mancomunidades, diputaciones, cabildos en Canarias, y autonomías (fíjense que queda tela) vamos a meternos de cabeza (de hecho, ya estamos) en las elecciones generales del 23 de julio.

Con todo este rebujito que en la mayoría de los casos se convierten en impresentables, completamos este año 2023 en el año del “y tú más”, de ese vaivén endiablado, de esa neurosis estresante que nos envuelve a todo un país en una espiral protagonizada por candidatos que se acusan los unos a los otros de ser más corruptos, más inútiles, más vendidos, más mentirosos, más tramposos… ya estamos hasta el gorro de que ese sea la única espiral de todas y cada una de las intervenciones del mundo político ya sea del nivel que sea . Es un “mantra” que repiten todos.

Este perpetuo acusar, este cruce crónico de descalificaciones nos recuerda, a la inversa, a esas tertulias de mayores en las que un octogenario se queja de un achaque y un nonagenario replica con un y yo más… «Yo mucho más enfermo y achacoso que tú ¿o creías que eras el único sufridor del grupo?».

Y en las salas de espera, si alguien expone una experiencia dura, el vecino salta como un resorte: «Pues anda que a mí». ¿Es inherente el y tú más a la condición de político? ¿Es inevitable participar en un campeonato de enfermedades en cuanto pasas de los 70?

En campaña electoral, la normalización del “y tú más” solo sirve para que los conflictos se enquisten y se cronifiquen sin remedio ni solución. Además, como el ejemplo cunde, nos convertimos en auténticos especialistas en sacudirnos la culpa. Y lo peor es que a falta de razonamientos complejos, preferimos la acusación de trazo grueso, ese y tú más que todo lo generaliza y consigue que la corrupción, la mentira, la inutilidad y la trampa sean entendidas como un mal general e irremediable por todos. El “y tú más” equivale al y todos más.

En las entidades terapéuticas de toxicómanos, está prohibido ese “y tú más” porque eso nos conduce a creer que tus problemas se arreglan señalando los problemas de los otros.

Antes de cada campaña electoral, deberíamos enviar a los líderes políticos a hacer terapia en Proyecto Hombre: superarían sus errores reconociéndolos y dejarían de señalar a los otros.